Las Islas Canarias últimamente han sido testigos de una realidad más a la orden del día en los últimos años, la llegada de pateras a sus costas ha expuesto a un grupo de personas valientes que arriesgan todo en busca de un futuro mejor. Detrás de las estadísticas y los titulares hay historias humanas de dolor y esperanza que merecen ser contadas.

Para muchos de quienes se aventuran en pateras desde África hacia las Islas Canarias, el viaje es una odisea peligrosa, nosotros los vemos llegar, pero no sabemos lo que han pasado.

Las pateras, a menudo sobrecargadas y en condiciones muy muy malas, atraviesan el Atlántico con la esperanza de llegar a tierra firme y los que hemos navegado saben lo mal que se pasa en mitad del mar, e imaginad en mitad del atlántico que no tiene nada que ver con el mediterráneo, y una patera no es una embarcación bien preparada así que una simple sacudida y caer al mar podría suponer la muerte para muchos de ellos, el riesgo de naufragio es constante, y muchos se han perdido en el camino.

Detrás de cada persona que llega a las costas canarias hay un anhelo de una vida mejor. Muchos huyen de la pobreza, la persecución o la falta de oportunidades en sus países de origen. Sus esperanzas de encontrar seguridad, empleo y una vida digna los impulsan a emprender esta travesía tan arriesgada.

Las autoridades canarias y las organizaciones humanitarias han estado trabajando incansablemente para recibir a las personas que llegan en pateras. Sin embargo, la repentina llegada de un gran número de personas ha desbordado a todos, los centros de recepción se han llenado y las condiciones de alojamiento han sido básicas, y cada día llegan más, esto sin duda alguna es un gran problema porque no podemos alojar a todo el mundo por falta de recursos y esta situación preocupa en gran medida a las autoridades canarias pero se esta trabajando en una solución.

¿Cómo aportar nuestro granito de arena?

Si consiguen sobrevivir y llegar a las costas, para estas personas, el proceso de integración en la sociedad canaria puede ser un camino largo y difícil. A menudo enfrentan barreras lingüísticas y culturales, además la inquietud sobre su futuro en Europa. Es por eso que tenemos que hacer lo posible para que se sientan lo más a gusto posible, siempre que se vengan a ganar la vida honradamente serán bienvenidos.

La llegada de pateras a las costas de Canarias es un recordatorio de la humanidad que todos compartimos, independientemente de nuestras nacionalidades o circunstancias. La empatía, la solidaridad y echar una mano siempre que se pueda es lo que nos hace ser humanos, trabajar juntos en la búsqueda de soluciones a largo plazo que beneficien a todos es lo que debemos hacer y en lo que ya esta trabajando tanto la gente de canarias como la unión europea, esperemos que pronto todos podamos vivir en paz y vivir una vida en condiciones humanas.